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GAIZKA LASA
zamudio.
Viernes, 8 de abril 2022, 06:59
No vamos a descubrir la calidad deportiva de quien atesora un palmarés que incluye el Tour de Francia, la París-Niza, el Dauphiné o el Tour de Romandía. Lo que nos sorprende gratamante de Sir Geraint Thomas esta semana es su señorío. Corrió al servicio de los compañeros ayer entrando en la fuga y echando una mano a Daniel Felipe Martínez al final. Recorrió las exigentes rutas alavesas del miércoles tragando viento al comando del pelotón. Y tras la paliza, antes de cenar, quiso atender a este periodista local con quien no pudo cumplir, tal y como tenía previsto, el fin de semana. Un señor. Sir Geraint Thomas.
– Sí que se le ve implicado en la carrera.
– Estoy contento. Me encuentro mucho mejor de lo que podía esperar después de un inicio de año de lo más complicado.
– ¿Por qué?
– Porque en invierno pasé el Covid, que me afectó de manera bastane severa, y también tuve una operación de hombro del que me tuve que ir recuperando muy poco a poco. Pero luego pude hacer un buen plan de entrenamientos, la semana Coppi e Bartali me ayudó a coger ritmo y paso a paso, día a día, ya me voy encontrando mucho mejor. Estoy hasta sorprendido de cómo voy.
– Se sacó una gran crono de la chistera en Hondarribia.
– Me encontré bien, sí. Pero todavía estoy corto de preparación así que durante esta semana estoy al servicio del equipo. Esta carrera me viene perfecta para lo que necesito ahora, que es forzar la máquina.
– Ya va entrando en una edad. ¿Lo nota?
– Sí, cumplo 36 el mes que viene pero me sigo sintiendo un privilegiado. Lo realmente importante es la mentalidad que tengas. La edad no es más que un número. Si estás listo para cumplir con tus entrenamientos y para hacer sacrificios, da igual los años que tengas. Todo depende de las ganas que tengas de trabajar duro, comer sano y cuidarte. Si eso te motiva, se puede conseguir aunque vayas entrando en años. La mente es lo principal.
– ¿Ha cambiado cosas en su preparación con el paso del tiempo?
– La forma de prepararme me ha cambiado mucho especialmente en los últimos meses porque la persona de confianza con la que llevaba trabajando unos cuantos años, Tim Kerrison, ya no está en el equipo. Así que estoy en pleno cambio de metodología. Está siendo diferente y se me está haciendo duro, pero estoy intentando adaptarme para cumplir con el trabajo y al mismo tiempo sentirme cómodo con lo que hago.
– ¿En qué le ha cambiado la manera de trabajar?
– Ha cambiado un poco la filosofía. Te diría que lo más notorio es el mayor periodo de descanso después de las carreras y la importancia de llegar fresco a las competiciones en las que tienes puesto el foco. Eso es lo que más ha cambiado respecto a tiempos pasados en el equipo.
– ¿Es usted un corredor metódico en el trabajo del día a día?
– Rotundamente diré que no soy un ciclista metódico, no al menos como estos nuevos jóvenes que están mirando todo el día a sus datos y pensando en los números. Yo también trabajaba duro cuando empecé, pero no así. Si tú quieres rendir bien sobre la bici, tienes que entrenar duro y descansar bien, no hay secretos, pero no obsesionarte. Esto no es una ciencia exacta. Sinceramente veo ciclistas, no en nuestro equipo pero sí en otros, demasiado pendientes de sus datos y eso les carga de una presión añadida.
– ¿Cómo lo hace usted?
– Trato de aplicar una especie de mezcla entre lo viejo y lo nuevo. Claro que yo también me baso en números, pero también le doy mucha importancia a las sensaciones o a los momentos estratégicos dentro de las carreras. Intento ver cuándo es el momento para cada cosa y no mirar tanto a los vatios.
– ¿Qué objetivos se marca para esta temporada?
– Siempre he dicho que el Tour es la carrera más grande y espero estar allí también este año, así que intentaré llegar lo mejor posible a julio. También estoy expectante de ver qué puedo hacer en las clásicas de las Ardenas, mi siguiente destino después de la Itzulia. Luego tengo programado el Tour de Romandía, una carrera que se me ha dado bien. La conseguí ganar el año pasado y también me subí al podio en 2019. Me gustaría volver allí y hacerlo bien. A partir de ahí, como te digo, trabajaré para intentar llegar lo mejor posible al Tour.
– ¿Ve muy lejos alcanzar el nivel que le llevó a ganar el Tour en 2018?
– No creo que fuera el año en el que mejor estaba desde el punto de vista de mi condición física. Sí que llegaba bien, como para estar adelante, pero lo de ganar depende de muchas cosas. Ahora, igual que entonces, lo que intento es hacer lo que está en mis manos, porque luego entran en juego muchas circunstancias y las tácticas de equipo. Por eso digo que lo realmente importante es llegar en el mejor nivel posible al inicio de la carrera porque luego pueden pasar muchas cosas.
– ¿Le eleva al rol de líder la lesión de Egan Bernal?
– No lo veo así. Como hice en 2019 yo intentaré llegar lo mejor posible, pero están ahí Adam Yates y Daniel Felipe Martínez, que son dos buenos líderes. No siento una presión excesiva y lo que trato es de disfrutar de ese proceso que te lleva a estar en una gran condición.
– Se lo preguntaré de otra manera. ¿Se ve aún luchando por ganar otro Tour?
– Ya lo quise hacer al año siguiente de mi victoria y claro que si vuelvo, me gustaría llegar lo más lejos posible. Me gusta ganar, pero no pienso tanto en eso como en el proceso de alcanzar mi mejor rendimiento.
– Usted ha vivido todos los años de reinado de Sky e Ineos en el Tour. ¿Cómo aceptan ahora en su formación que UAE y Jumbo les hayan tomado la delantera en las grandes?
– Creo que nuestro equipo ha entendido de manera muy natural que esto es deporte profesional. Un mismo equipo no puede estar siempre en lo más alto. De manera inevitable va a haber rivales empujando fuerte por detrás y que van a llegar a tu nivel o superarlo. Claro que Jumbo y UAE han logrado tener grandes ciclistas y mejorar en algunas áreas. Todos buscan evolucionar en todos los campos. Esto es competición de élite. Ahora hay dos o tres formaciones súper fuertes. Creo que esto también nos sitúa ante un futuro que va a estar entretenido.
– Es la segunda vez que viene a la Itzulia en diecisiete años de carrera profesional. ¿Qué le parece esta prueba?
– Como te he dicho, si vengo este año es porque es una carrera súper dura que me viene muy bien ahora para mejorar mi forma física. Al margen de eso, el ambiente es espectacular. Los aficionados de aquí son increíbles. Es como estar en el Tour. En las subidas se nota el entusiasmo que hay en las cunetas. Es más agradable sufrir así.
– ¿Qué le gusta hacer cuando se baja de la bici?
– Me gusta mucho ver otros deportes, sigo el fútbol y, sobre todo, el rugby, como buen galés. Y por supuesto me gusta pasar tiempo con mi familia. Tengo un hijo de dos años y medio y es bonito contarle historias al margen del ciclismo. Me permite coger aire y desconectar de mi trabajo. Ahora, a diferencia de antes, me gusta volver a casa después de entrenarme y pasar tiempo con el pequeño y con mi mujer.
– Ha renovado hasta el año que viene pero ya no queda tanto para el final de su carrera. ¿Se ve en el futuro como parte del staff del equipo como han hecho otros tantos colegas suyos?
– Te aseguro que no. No me veo para nada como manager o director. Es verdad que después de una carrera profesional de 17 años puede que mi futuro esté relacionado con el mundillo, incluso con algo dentro de mi actual equipo, pero definitivamente no me veo viajando de aquí para allá todo el año, dando masajes o ejerciendo de mecánico. De hecho, no sé arreglar bicicletas ahora mismo. Tampoco me veo dando órdenes a los nuevos talentos del pelotón. Así que no lo sé. Ya se verá. De momento, todavía me quedan un par de años, como mínimo, para tomar esas decisiones.
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