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Kwiatkowski, de San Remo a Lieja con escala en Eibar

Michal Kwiatkowski levanta el trofeo de ganador de la reciente Milán-San Remo, su última carrera hasta la fecha.
Michal Kwiatkowski levanta el trofeo de ganador de la reciente Milán-San Remo, su última carrera hasta la fecha. / EFE
  • Tras renunciar a las clásicas de pavés, afronta su tercera Vuelta al País Vasco, en la que fue segundo en 2014

El polaco Michal Kwiatkowski ha vuelto. Tras un 2016 un tanto aciago por las lesiones y la presión de recalar en el Sky, uno de los equipos más potentes del mundo, el excampeón mundial se plantará en la Vuelta al País Vasco como uno de los nombres propios del inicio de la campaña, en la que ha encadenado el triunfo en las dos clásicas que ha disputado: Strade Bianche y Milán-San Remo.

Sin embargo, no se ha prodigado más en pruebas de un día y ha huido de los adoquines. Tras dar la «sorpresa» en la vía Roma al batir a Peter Sagan, desde ese 18 de marzo no ha vuelto a competir -está preinscrito en el GP Miguel I ndurain- pero se presentará en un buen estado de forma a la salida de la Vuelta al País Vasco, en la que ya fue segundo en 2014 tras ser tercero en todas las etapas salvo en Arrate, donde cedió siete segundos sobre el grupo de Contador, que se llevó la general. En 2015 afrontó su segunda presencia en la Itzulia y acabó octavo. Venía de ser segundo en París-Niza.

Kwiatkowski arrancará en Pamplona en unas circunstancias similares a cuando ganó la Milán-San Remo. En la prueba italiana, el líder del equipo «era (Elia) Viviani. No salí pensando en que podría ganar una carrera como la Milán-San Remo. Nadie esperaba que lo fuera a conseguir», reconocía el fin de semana a la televisión belga Sporza.

En la Itzulia tampoco aparece como el primer espada del Sky, peso que recaerá sobre Sergio Henao, ganador de la reciente París-Niza y que ha sido líder de la ronda vasca en sus tres últimas participaciones, aunque siempre cedió en la crono final.

Kwiatkowski debutó en profesionales en 2010 con el Caja Rural que dirigían Eugenio Goikoetxea e Iñaki Juanikorena. La idea de su representante, Giuseppe Acquadro, era recalar un año después en el Caisse d'Epargne. Sin embargo, Eusebio Unzue se quedaba sin patrocinador -confirmó Movistar en verano- y Johan Bruynel se adelantó y se lo llevó a RadioShack.

Para la Vuelta al País Vasco, el polaco de 26 años se quita presión, al asegurar que su mente está en las clásicas de las Ardenas. Ya conquistó la Amstel Gold Race por delante de Valverde en 2015, y señala que «mi sueño es ganar la Lieja-Bastoña-Lieja».

«No soy Sagan»

Desde Mónaco, donde reside «para estar más cerca de mi entrenador y varios compañeros», y donde dispone de «muy buenos lugares para entrenar», el polaco ha renunciado a las clásicas de adoquines para no hipotecar otras pruebas que le van como un guante, incluida la ronda vasca.

«Por mis condiciones, puedo subir bien, voy bien contrarreloj y me puedo adaptar a Lieja o Lombardía. En 2016 gané en Harelbeke a Sagan, que luego se impuso en la Vuelta a Flandes. Optar a Flandes o a la París-Roubaix exige un trabajo más específico. Quizá algún día, pero por ahora no puedo compaginar ambos tipos de carreras». Al menos, no como para presentarse con alguna garantía, especialmente en Roubaix. «No soy Sagan», apunta. Coinciden desde juveniles. «Él es de otro planeta».

Tras San Remo se tomó «un descanso. Lo necesitaba. El comienzo de temporada fue muy intenso», con tres pruebas por etapas: Valencia (26º), Algarve (2º) y Tirreno-Adriático (27º). Ha recuperado la sonrisa tras un amargo 2016, que achaca a que «no tuve salud, con problemas en la espalda... Y además se juntó la gran presión que me imponía. Quería destacar en todos los entrenamientos y carreras, y eso me pasó factura. No le di la vuelta».

Con Henao como uno de los grandes favoritos, 'Kiato' puede dar juego. Dependerá de cómo se suba Arrate, donde en 2014 solo cedió 7 segundos respecto al grupo de los mejores y en 2015 concedió doce a Henao y Purito. Hay que volver a tener en cuenta al polaco.

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